domingo, 10 de junio de 2012

Reconstruyendo mi “Mordida Preferida”




El concepto del taller era mí mordida preferida y consistía en reconstruir mi comida favorita en plano seriado.
Al principio no sabía cómo utilizar la técnica porque era nueva para mí, pero parecía divertido. Lo que más me costó fue decidir mi comida, ¡porque tengo tantos platos favoritos! Al final opté por el sushi. Escogí el papel fabriano para trabajar el sushi y cinta doble adhesiva, que es lo que nos ayuda a que el plano seriado funcione.

Mi plan inicial era hacer como 500 círculos medianos, pero de ser así, ¡nunca hubiera terminado! Así que reduje la cantidad. Luego los uní con la cinta doble adhesiva, uno encima del otro. Me encantaba ver como mi sushi iba tomando forma.

Al terminar de darle forma al sushi, adentro de este debía ir una caja donde estuvieran las cosas que más amo. Quise representar cada cosa con algo simple. Mi familia y amigos con fotos, el  fútbol con una pelota, mi carrera con un pincel y Dios con una cruz. Esta fue la parte que más disfruté, ya que  recordé todo lo que amo y le da sentido a mi vida. Luego de terminar la caja la coloque dentro del sushi, este había tomado la forma que necesitaba. Todo estaba totalmente perfecto. Para finalizar, solo decoré el sushi y mi trabajo estaba listo, fantástico y me sentí muy orgullosa de él. 


-Abril Aguilar-



miércoles, 6 de junio de 2012

¡Formas y figuras a partir de manchas!


El Talle de Tachismo es una técnica que provoca que el cerebro asimile figuras o formas de objetos a partir de manchas creadas espontáneamente. 

Esta técnica no conoce barreras ni tiene límites mucho menos reglas que respetar. Es una técnica en la que te deja ser tal como tú eres. En el cual el cerebro no conoces los limites y es libre de crear, imaginar y realizar lo que se le plazca.

Esta técnica que, aparte de ser una técnica, es un medio por el cual puedes despejar tus ideas y relajarte o tomarlo como un juego y pasarla bien con tus amigos.  Es un medio de diversión. Este consiste en derramar gotas de tinta china sobre una hoja de papel ledyer.  Luego poner otra pagina en blanco sobre la que derramaste las gotas y dar un golpe. ¡ Listo eso es todo!, es sencillo y divertido. Tu cerebro empieza a imaginar y crear objetos o animales a partir de las manchas que has creado.

Cuando realicé mi taller tenía que repetir el proceso todas las veces que fueran necesarias. Lo más divertido era que a la hora de realizar dicho taller me manchaba toda, ya sea brazos, cara, manos e incluso el área de trabajo. Lo más gracioso al realizar este taller fue que no solo yo salí manchada, sino que ¡el cachorro de mi vecina también se manchó! Se veían como lunares muy graciosos. Créanme, si están estresados esta técnicas los relajara.

Hice desastres pero amé este taller.  Es divertido realizar esta técnica porque nuestra imaginación vuela tan alto tratando la manera de ver que figura se han formado. 

-Liseth Mendoza-







lunes, 4 de junio de 2012

¡Dibujando entre líneas!


¡Esta técnica ha sido una de las más divertidas en nuestra clase de Pensamiento Creativo! El catedrático nos pidió que recordáramos y escribiéramos varias frases muy características, como las que utilizan nuestras mamás para darnos cariño o para regañarnos, una frase de una canción de nuestra infancia,  un piropo que hayamos oído alguna vez, entre otras. Al momento de escribirlas empecé a experimentar muchos sentimientos. Algunas frases me hacían reír tan fuerte que me olvidaba que estaba dentro de un salón de clases. Otras frases, como los piropos, me causaban molestia porque sentía que casi podía oír la voz de los vendedores ambulantes gritándoles a las mujeres tantas cosas molestas. (Como cosa rara de ellos) Y así fueron surgiendo más y más frases de acuerdo a lo que el catedrático nos decía.

Cuando empezamos hacer este taller, nos reunimos en tríos y utilizamos un pliego de papel ledger para mancharlo. En un extremo de la vara, pegamos con tirro algunos plumones o colores y todos debían quedar al mismo nivel. ¡Lo más entretenido era que debíamos vendarnos los ojos y escuchar las frases que nuestros compañeros habían escrito en el ejercicio! Al principio me daba nervios que me hablaran al oído, pero fue divertido. Debía plasmar en el pliego de papel ledger las emociones que experimentaba al escucharlos, usando la vara y el extremo con los plumones.

Escucharlos decir todas sus locuras, me sacó varias carcajadas… Era gracioso, un poco vulgar, malcriado, pero daba risa, casi me hago pipi mientras manchaba. Yo hasta manché fuera del pliego, manché todo el piso, hasta que el catedrático dijo que cambiáramos y pasó el otro compañero y la dinámica fue la misma.

Después de la dinámica, nos dijeron que debíamos encontrar en medio de las líneas hechas, formas o figuras y marcarlas con otro color más fuerte para resaltarlo. Sin embargo, por más que intentaba analizar mi taller, no encontraba ninguna figura. Después de verlo detenidamente por más tiempo, mi cerebro empezó a trabajar. Encontré muchas formas, algunas de ellas simples y otras más complejas. Las formas que encontré fueron: un corazón, un sorbete en un cono, una silueta de una mujer, un conejo y una cara muy caricaturesca (que por cierto, varios me dijeron que se parecía a “Homero Simpson”).

Así, terminamos el taller. ¡Deberían intentar probarlo alguna vez! Es un ejercicio muy entretenido.

-Alejandra Canizales-

sábado, 2 de junio de 2012

¿Usando una sombrilla como lámpara?


Lo sé, lo sé, las sombrillas no se usan para alumbrar, ¡es todo lo contrario! Pero, ¿quién dijo que no podemos invertir su uso?

El segundo parcial de Pensamiento Creativo consistía en diseñar  una luminaria que tenía como finalidad conectar dos décadas.  ¡Fue un proceso emocionante, lleno de ideas e imaginación! El simple hecho de conectar el pasado con el presente hizo más interesante el proyecto.

Mi motivación principal fue la “Renovación del Palacio Nacional”, la cual fue de 1905 a 1911, porque me encanta la luminaria que este posee y es increíble como en esa época podían crear luminarias enormes y hermosas. Por esta razón quise agregar la parte moderna a esta década en mi luminaria.

Al momento de buscar los materiales y bocetar se creó una intriga, pues no tenía ni idea de los objetos que iba a utilizar. Esto debido a que cuando no encuentras los elementos que tú imaginaste, llegas a un punto en el que estas tan estresado/a, que no sabes que hacer. Mi pequeño problema (y por pequeño quiero decir enorme) es que me vuelvo demasiado histérica, pero como dicen: “Después de la tormenta viene la calma”. Busqué de ferretería en ferretería hasta que encontré unos focos pequeños que me gustaron para mi diseño. Es ahí es en donde se encuentra la diversión, jugar con tu propio diseño y que sea perfecto a pesar de todas las trabas que puedas encontrar.

Dentro de mi desesperación por la búsqueda de los materiales, encontré una sombrilla olvidada en mi casa.  Al principio no creí que eso me fuera a ayudar, pero como diseñadores ¡debemos hacer maravillas con lo que tenemos! En cada punta de la sombrilla coloqué cada uno de los focos pequeños y ayudaron perfectamente al diseño. La base era de una lámpara que ya no servía y encajaba a la perfección dentro del concepto. Me desvelé, me estresé,  ya que una noche antes me quede sin cable para hacer la conexión de los últimos dos focos pequeños así que ya no pude ponerlos, pero en fin, trataba de no perder la calma. 

¡Finalmente logré la conexión entre el pasado y el  presente! Agregar una parte de nuestro presente a mi parecer crea la luminaria perfecta porque muestra lo que fue la cultura salvadoreña en conjunto con la actualidad.

-Gabriela Rodezno-